La relación entre el centro educativo y las familias es un tema esencial que, como educadores/as, no podemos pasar por alto dada la gran influencia que puede tener en el desarrollo integral de nuestro alumnado ya que, a través de una buena relación, ambos agentes podrán intercambiar información, compartir preocupaciones, establecer metas conjuntas y, lo más importante: trabajar mano a mano para conseguirlas.
Para ello, no debemos olvidar tener en cuenta la gestión emocional de todas las partes en el proceso, y es que, como nos comenta M.a del Mar García Romera (maestra del Colegio Mirasur de Pinto – Madrid) “como escuela, como docentes, a veces olvidamos que esa familia es lo más importante en la vida de un/a niño/a, y que vincular emocionalmente significa mirar en la misma dirección y trabajar por ese proyecto de vida común que es, entre otras cosas, la infancia“.
Por este motivo, hemos querido recordar algunos de los aprendizajes sobre el tema que la autora nos comparte en su artículo “Gestión emocional en la relación con las familias” de la Revista Aula n.317, fruto de años de formación y estudios, vividos desde la experiencia.
Aprendizajes fundamentales para la vinculación con las familias:
- Las familias (normales) quieren a los/as niños/as más que nada en el mundo, y no hacen las cosas mal a propósito, hacen las cosas así porque no saben hacerlas de otra forma.
- En las tutorías siempre hablamos nosotros sobre el/la niño/a, y la clave está en hablar menos y escuchar más.
- Tienen que ver y saber que remáis en el mismo barco, que todo aquello que dices lo dices porque tenéis un objetivo común: el pequeño/a.
- A las familias hay que quererlas exactamente igual que a los niños/as.
- Al principio las familias tienen que conocerte, exactamente igual que los/as niños/as, porque solo desde conocerte te pueden admirar, y solo así pueden aprender de ti y contigo.
- Al igual que como se hace en otros ámbitos como la medicina o la psicología, al principio, en el diagnóstico, hay que demostrarles a las familias que todo lo que haces y dices tiene una razón fundamentada y estudiada.
- No hay que juzgar, hay que aportar.
- Al igual que con los/as niños/as, a las familias también hay que decirles que les quieres por lo que son y no por lo que hacen (Romera, 2013).
- Para crear un vínculo hay que dedicar tiempo.
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