Cada vez siento con más claridad que las cosas van muy rápidas y que se ha producido un salto generacional importante que me obliga a hacer un constante esfuerzo de actualización para entenderles y saber de qué me hablan. Ha habido una época en la que yo no tenía ninguna dificultad para ponerme rápidamente al día, para entender lo que los niños leían, lo que veían en la televisión o a lo que jugaban. Pero de diez años para aquí hay un cambio cualitativo en lo que ven, en lo que leen, a lo que juegan, que por lo menos a los de mi generación nos descoloca completamente.
Ant…