Niños compositores (4 a 14 años).
Sin embargo, creemos que la composición e improvisación deberían ocupar un lugar destacado entre las numerosas actividades previstas para la enseñanza de la música. Ambas nos brindan recursos pedagógicos excepcionales y contribuyen en gran medida a potenciar el interés por el hecho sonoro y el lenguaje musical. Asimismo estas actividades permiten el desarrollo del pensamiento creativo, ya que promueven las características más importantes de la creatividad: la fluidez, la aparición de ideas, la flexibilidad de las mismas, la originalidad de las pr…