Yo era un niño en el 98 (…) y como a todos los niños de mi tiempo me marcaron las dramáticas consecuencias de esa guerra y las mentiras patrioteras que la hacían hacer, con el agravante de que sólo los pobres la hacían. Sí, que la hacían hacer, con el agravante de que sólo los pobres la hacían porque los hijos de los ricos, que se lucraban con ella, podían comprar legalmente a un pobre por cien duros para que la hiciera por ellos. Pero los niños no lo sabíamos y éramos víctimas del musical chim-pum-chim-pum y de los versos patrioteros de la escuela, y de los cromos de las t…
Contenido publicado en
Revista Íber - Número: 18 (December 98)
COMO ENSEÑAR EL 98- ISSN: 1133-9810
- Editorial Graó
- Antonio Elorza