Ilusión que viene y va
Sinceramente, no siempre tuve claro que quisiera dedicarme a la educación, pero sí que supe que quería trabajar por y para las personas. Finalmente, descubrí con la orientación educativa que había encontrado mi lugar.
Llegué a mi primer IES con una ilusión desbordante, tenía tanto miedo como ganas. Tardé poco en escuchar comentarios como «que me atienda tu compañera, que sabrá más que tú» o «si no eres psicóloga, a mi hijo no le pasas pruebas», llegué a pensar que ser joven y no tener «suficiente» experiencia me convertía en peor profesional y persona. Aunque traté …