Uno de los modos de fomentar la atracción por la ciencia en general, y por la química en particular, es poner al estudiante en contacto con una serie de experiencias llamativas que despierten su curiosidad y, al mismo tiempo, el deseo de profundizar en la explicación de los fenómenos naturales observados (Polo y Díaz, 1981). Esto resulta imprescindible si tenemos en cuenta que las explicaciones teóricas que los docentes ofrecemos en el aula no son utilizadas por el alumnado para esclarecer dichos fenómenos, y los problemas que les planteamos no son sentidos como problemas suyos (AA….
Contenido publicado en
Revista Alambique - Número: 43 (January 05)
Aprendizaje informal de la ciencia- ISSN: 1133-9837
- Editorial Graó
- Antonio Tomás Serrano
- Josefina Torregrosa Díaz
- José A. Cayuelas Grau
- Ángeles Cases Boné
- Jerónimo Hurtado Pérez
- Antonio Martínez Esquiva
- Josefina García Godoy