Hay músicas que se hacen prácticamente con nada, con cualquier cosa, con el primer o más cercano elemento que un “buscasonidos” encuentra, pues los materiales que desprenden sonidos están por doquier y las posibilidades musicales que ofrecen se esconden entre juegos de estigmas y señales, indescifrables para quienes no se detienen a escuchar.
Cualquier ser humano que tiene la necesidad de expresarse con la música busca los instrumentos que pueden facilitarle esta pretensión: su propia voz, su propio cuerpo, los materiales que encuentra a su alrededor, etc. Un profesor o profesora que …