Y en Galicia la concentración parcelaria no ha alcanzado todavía a la música. Seguimos con una política educativa musical minifundista que es el vivo reflejo de nuestro paisaje: verde, muy verde, y con infinidad de pequeñas o pequeñísimas parcelas de terreno destinadas más al consumo familiar que a una economía de mercado.
Es decir, un número razonable de escuelas de música (en adelante E.M.) públicas para construir una Red coherente (40), pero que no han crecido de forma controlada. ¿Por qué?, debido sobre todo al eterno problema de la falta de información. ¿De quién?, de t…