María tiene tres años. En la mayoría de aspectos es como todas las niñas de su edad: está empezando a comprender el mundo que la rodea y tiene desconfianza ante lo que no conoce. Sus padres están preocupados por cómo irá su adaptación a la escuela “de mayores”. María tiene una parálisis cerebral que le resta capacidades motrices y cognitivas. El problema con el que se puede encontrar es que las personas que la rodean se fijen más en los aspectos que la diferencian de los niños de su edad que no en los que comparte con ellos. María aún necesita que la lleven en coche porque no…
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