Habrá algunos profesores y profesoras que al leer el titulo de este articulo pensaran algo así como: “¡Lo que faltaba!, introducir el humor en el aula para que cunda el descontrol en la clase”; “El alumnado cada vez sabe menos y se comporta peor”; “Pensarían los padres que soy poco exigente”; “Suena bien esto del humor y ya me gustaría, pero ya, ya… ¡con la presión que tengo para acabar el programa!”; “Queda muy bonito esto del humor en algunas materias… pero en la asignatura que yo imparto, ¡es imposible!”; “Para mí, el sentido del humor sería imposible, con la poca gracia qu…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
986.27$ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
Desde 8833.75$ IVA incluido
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión