La energía en la vida cotidiana

Una de las principales dificultades que plantea la definición de los programas curriculares en materia de energía consiste en escoger el mejor modo de abordar las diferencias en cuanto al uso de la palabra «energía» en el discurso cotidiano y en la ciencia. Muchas de las decisiones más importantes adoptadas en el ámbito de la energía, tanto para los individuos como para la sociedad, pueden entenderse adecuadamente desde una perspectiva cotidiana. Esto suscita la cuestión del adecuado el equilibrio en el plan curricular entre las visiones cotidianas y científicas de la energía, y de por qué, cuándo y cómo debemos reorientar a los alumnos desde un concepto cotidiano de la energía hacia un concepto más científico.

La enseñanza basada en la indagación ha sido objeto de muchos trabajos de innovación e investigación en los últimos años, identificando virtudes y algunas deficiencias. En el presente artículo resumimos esas aportaciones y nos basamos en ellas para presentar una secuencia de enseñanza IBSE sobre el modelo de energía ayudada por el uso de sensores, en el contexto del proyecto de investigación «Sensociencia».

En el presente artículo describimos una actividad de aula llevada a cabo con un grupo de estudiantes de Magisterio. En ella se ha trabajado la construcción del conocimiento científico y los métodos a través de los cuales se desarrolla éste. Para ello hemos elegido un trabajo de investigación grupal relativo a una problemática energética. Las preocupaciones energéticas de los alumnos están relacionadas con su cotidianidad y son abordadas por éstos, mayormente, de manera superficial, aunque manifiestan una evolución positiva a lo largo del proceso.

Los principios de la termodinámica tienen una importancia fundamental en todas las ramas de la ciencia y de la tecnología, pero los estudiantes presentan dificultades para conceptualizarlos correctamente. La utilización de modelos didácticos analógicos no sólo permite explorar la continuidad del progreso de la ciencia, sino que brinda la posibilidad de alcanzar una planificación didáctica que contextualiza la incorporación de nuevos conceptos a los procesos cognitivos del alumnado. De esta forma se convierten en una herramienta que posibilita abordar un fenómeno físico de una manera más simple, logrando despertar el interés de los alumnos y motivándolos en el aprendizaje de las ciencias. En este artículo presentamos la continuación de una serie de trabajos basados en la enseñanza a través de modelos didácticos consistente en el empleo de un modelo que mediante un recurso «áulico» propicia introducir los conceptos termodinámicos de calor y capacidad calorífica, así como su distinción de los conceptos de temperatura y energía interna.