TRATAMIENTO DE LA INFORMACION

Entre los distintosndicadores a través de los que se puede concretar el fracaso escolar, el desfase entre la edad y el nivel académico de los alumnos constituye sin duda un parámetro relevante para su estudio. Su evolución a lo largo de los cursos académicos 89-90 a 96-97 en los colegios de zonas donde concurrenmportantes dificultades de naturaleza sociocultural ha sido claramente positiva. La comparación entre éstas y una muestra de colegios, representativa de la ciudad de Málaga, refleja diferencias todavía significativas aunque también con una tendencia claramente decreciente.

Esta reflexiónntenta aportar algunasdeas sobre cómo abordar el análisis estadístico descriptivo a partir de la nueva metodología que el análisis exploratorio de datos aporta en el procesamiento de lanformación generada por los datos estadísticos. Sin abandonar ciertas técnicas de la estadística descriptiva, es posiblentroducir de manera muy elemental algunas cuestiones denterés que no suelen ser tratadas tradicionalmente por ella y que, sin embargo, son sencillas de abordar y poseen una fuertenterpretación estadística. Por lo tanto, se trata de aunar los elementos básicos del análisis exploratorio con las técnicas tradicionales de la estadística descriptiva empleando el menor aparato matemático.

En este artículo vamos a considerar el concepto subjetivo de la probabilidad. Desde este punto de vista, la probabilidad de que suceda o no determinado fenómeno se puedenterpretar como una medida de su grado de certidumbre para una persona determinada. La asignación voluntaria de un tipo u otro de distribuciones a priori sobre los posibles valores de un parámetro dependerá de la opinión del experimentador a la vista de las pruebas basadas en resultados anteriores (en caso de que los hubiera) y de sus propias experiencias personales. Tres ejemplos propuestos por L.J. Savage nos permitirán asignar una distribución a priori en función de la naturaleza del suceso y el teorema de Bayes hará el resto.

El cálculo con datos de naturaleza geométrica se ha desarrollado extraordinariamente en los últimos años, a través de diversas materias como el diseño geométrico por ordenador, la geometría computacional, el modelado de sólidos o la demostración automática. Algunas de estas técnicas están o estarán pronto disponibles en las calculadoras. Al contrario de lo que ocurre con el empleo de las calculadoras para la resolución de problemas algebraicos o numéricos, no hay apenas estudios sobre sumpacto en la enseñanza de la geometría elemental, salvo en el caso de los programas que simulan, precisamente, las viejas herramientas de dibujo (regla y compás). Por ello parece oportuno reflexionar, en este artículo, sobre los cambios conceptuales que conllevará laneludiblencorporación al currículum escolar del tratamiento automático de lanformación geométrica.

En este artículo presentaré tres principios generales para la formación permanente del profesorado basados ennvestigaciones recientes sobre el desarrollo profesional. Estos principiosnciden en las actividades de formación promovidas por elnstituto de Estudios Pedagógicos Somosaguas (IEPS) de Madrid. Comolustración de su aplicación concreta, expondré el marco en que se desarrollan cursos y seminarios dirigidos a profesores de matemáticas de secundaria, que se centran en la resolución de problemas, entendida ésta como contenido a enseñar, esto es, como enseñanza/aprendizaje de heurísticas, razonamientos, procesos, métodos, etc. que ayudan a resolver problemas matemáticos. En dichas actividades, la reflexión y la práctica ocupan un papel central.

En este artículo se analiza el uso de recreaciones y juegos para la enseñanza de las matemáticas. Después de unas breves consideraciones sobre la actividad matemática y sobre la historia de las recreaciones, se muestran algunos procesos propios del pensamiento matemático en los cuales el uso de recreaciones es especialmente adecuado y se presenta una propuesta concreta para suntroducción en la enseñanza secundaria obligatoria.

El trabajo sobre el calendario nos permite la modelización de la construcción social del conocimiento; es la primera construcción científica hecha socialmente a lo largo del tiempo, hado acumulando conocimientos de diferentes culturas y cambiando según las necesidades de los pueblos. La larga evolución seguida para llegar a los calendarios actuales ejemplifica la complejidad y la continua transformación del conocimiento. Estimula, por tanto, la capacidad de aceptación de los cambios y descarta el dogmatismo que potencia el exceso de exposiciones magistrales tradicionales.